Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, un Amor existencial
Juntos combatieron las suposiciones
y expectativas de la formación burguesa y se solidarizaron con los
más importantes acontecimientos de su época como el Mayo
Francés, la Revolución Cultural China y con la Revolución
Cubana. Simone de Beauvoir fue profesora de filosofía hasta
1943 en escuelas de diferentes lugares de Francia, como Ruán y Marsella,
hasta que la ocupación alemana en París, a causa de la Segunda
Guerra Mundial, la alejó para siempre de la enseñanza. Durante
ese periodo vivió en la ciudad tomada, e integró el movimiento
de la Resistencia Francesa.
Sartre medía 1,55 y tenía
estrabismo, pero sus ideas y su personalidad lo hacían muy atractivo
para las mujeres. Se reconocía feo, pero argumentaba como arma suprema
de sus ligues "mis bellos discursos y que soy escritor". Hasta que conoció
a Simone de Beauvoir sentía frente a las mujeres una "superioridad
acompañada de un sentimiento". Con Beauvoir fue distinto.
Beauvoir era más alta, 1.60
y desde muy joven decidió ignorar casi absolutamente la opinión
de los demás.
Entonces empezó una relación
no-monógama que no se sometería ni a la fórmula del
matrimonio ni a la convivencia. Incluso acordaron que su amor sería
"absoluto", de modo que su mayor valor fuese la libertad, incluso la sexual.
Aunque Beauvoir declaró que Sartre fue el mayor logro de su vida,
pasó a la historia como una defensora de la libertad sexual y, de
paso, escandalizó a la Francia de su época con tríos
y duos bisexuales.
Mientras que para unos se trataba
de una amistad ampliada, para otros, eran recíprocamente el consuelo
de sus decepciones amorosas con otras personas.
Sartre decía de si mismo
que era un mal amante, no quería entregarse, ni tener hijos, menos
aún casarse, pero a pesar eso, a veces dejó creer que se
casaría. Sartre tuvo numerosísimas amantes, y cuando terminaba
una relación amorosa las mujeres pasaban a formar parte de lo que
llamó su “familia”.
Cada vez que ella lo trataba de
machista, Sartre matizaba: "Soy machista liberal".
Beauvoir y Sartre habían
acordado la plena libertad en su vida sexual y sentimental, pero convinieron
en no ocultarse nada, incluso los detalles.
Sartre era proclive a los de excitantes
y somníferos, fumaba y bebía en exceso café y alcohol,
y no dormía más de cinco horas diarias. Nunca desayunan juntos.
Sartre prefería despertarse solo, pues detestaba que le dirigiesen
la palabra por la mañana. Ambos vivían en un Hotel de París,
escribían en una cafetería, leían y discutían
de cine, filosofía y jazz. Sus alumnos escuchaban fascinados
y la lucidez de ambos se hizo mitológica en Paris. Con una de las
alumnas, Olga Kozakiewicz se formó un triángulo amoroso.
Durante toda su existencia, Sartre
mantuvo romances con mujeres cada vez más jóvenes. Beauvoir
lo admitía como una incapacidad para aceptar la edad adulta. Mientras,
ella mantenía esporádicas relaciones con otros hombres y
otras mujeres, algunas de las cuales eran a la vez amantes de Sartre.
En 1980 Sartre muere a causa
de un edema pulmonar.
Al poco tiempo, Beauvoir enfermó
seriamente de neumonía.
Beauvoir murió en 1986. Ambos
están enterrados en una tumba común en el cementerio de Montparnasse.
Según la revista Le Point,
Sartre era "frío en el plano sexual, machista, autoritario y celoso",
mientras Beauvoir mostraba "autoritarismo, complejo de Pigmalión
y libertinaje calculado".
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