Richard Burton y Elisabeth Taylor, un gran Amor entre sombras
Elizabeth Taylor se convirtió en una de las actrices más deseadas de
Hollywood a mediados del siglo pasado. ¿Qué chica no habría querido
tener su cintura, sus preciosos ojos violeta y ese estilo inconfundible?
Elizabeth Taylor protagonizó películas de esas que ya no se ven en los
cines, plagados de efectos especiales e imágenes imposibles pero vacíos
de diálogos y pasión. Esa pasión que Liz ponía en sus películas atravesó
en más de una ocasión la gran pantalla y en más de una ocasión lo hizo
de la mano de otro actor apasionado y perturbador, Richard Burton.
De las ocho veces que la actriz se casó, dos de ellas fue con este
artista de dudosas tendencias sexuales y constantes coqueteos con el
alcohol. Su amor, como muchas veces ha sucedido en la gran pantalla,
traspasó la ficción. Fue de la mano de Cleopatra y Marco Antonio,
papeles que interpretaron con gran maestría en una de las películas más
caras y polémicas de la historia del cine.
Durante el rodaje de Cleopatra
en Roma empezó una relación que pronto atravesaría los límites de la
privacidad y la decencia. Ambos estaban casados con terceras personas,
hecho que en aquellos lejanos años 60 era una auténtica indecencia. Tal
fue su repercusión que el mismo Vaticano puso el grito en el cielo.
Y si truculenta fue la relación de aquella reina de Egipto con su
amado romano, también lo fue el idilio de Taylor y Butler que terminó en
matrimonio. Diez años de relación que acabaron en 1974 para volver a
casarse al año siguiente pero con peor suerte.
Ni un año duró el segundo
matrimonio con aquel hombre que, sin embargo, podría haber sido el
verdadero amor de Liz Taylor. En aquellos años la pareja protagonizó
otros amores de cine en títulos como ¿Quién teme a Virginia Woolf? o La fierecilla domada en los que la pasión real alimentó a la de ficción dando grandes resultados cinematográficos.
Detrás de aquella actriz con carácter se escondía una mujer que buscó
el amor en multitud de hombres. Quiso asegurarse que la querían
casándose con hasta siete de ellos, pero nunca consiguió una estabilidad
sentimental. Burton su marido en dos ocasiones. Detrás de él hubo dos
matrimonios más. Pero ninguno dio la verdadera felicidad a Elizabeth.
Cuando se publicaron las cartas que ella y Richard se escribieron a
lo largo de su tormentoso romance, Elizabeth se guardó una, la última
misiva que escribió su entonces exmarido días antes de su súbita muerte
en el verano de 1984. Aquellas últimas letras pedían a su amada una
enésima oportunidad.
Si Richard Burton y Elizabeth Taylor protagonizaron grandes amores en
la gran pantalla, el suyo fue sin duda, digno de un guión de Hollywood.
Quizás algún día veamos su pasión recreada en una de esas películas de
las que ya no se ven en los cines de hoy.
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